¿Qué es la Fisioterapia y Quién es el Fisioterapeuta?
La fisioterapia es una disciplina clínica basada en el movimiento, la biomecánica y la neurorehabilitación. Su objetivo es prevenir, tratar y recuperar lesiones o disfunciones del sistema musculoesquelético, neurológico y articular sin necesidad de cirugía ni fármacos, utilizando medios físicos, técnicas manuales y ejercicio terapéutico.
📌 Si alguna vez te has preguntado cuándo acudir al fisioterapeuta, la respuesta es sencilla: cuando sientas dolor, pierdas movilidad o tu cuerpo te dé señales de que algo no está funcionando como antes.
¿Qué hace un fisioterapeuta?
Un fisioterapeuta es un profesional de la salud con formación universitaria especializada en el diagnóstico, tratamiento y prevención de disfunciones físicas, ya sean de origen musculoesquelético, neurológico, respiratorio o postural. Su objetivo es ayudarte a recuperar el movimiento, aliviar el dolor y mejorar tu calidad de vida sin necesidad de cirugía ni fármacos.
Evaluación funcional y clínica
Cuando no sabes cuándo acudir al fisioterapeuta, la primera pista es que el dolor o la limitación lleva más de unos días afectando tu rutina. El fisioterapeuta evalúa:
- Postura, patrones de movimiento y compensaciones.
- Estado de tus articulaciones, músculos, nervios y tejido blando.
- Nivel de dolor, fuerza, equilibrio y rango de movilidad.
- Causa funcional del problema (no solo el síntoma).
📌 Esto permite identificar si el problema es postural, mecánico, inflamatorio, neurológico o una combinación.
Diseño de un plan de tratamiento personalizado
Cada paciente es único, y por eso el tratamiento también debe serlo. El fisioterapeuta estructura un plan que puede incluir:
- Ejercicio terapéutico progresivo para activar, fortalecer o flexibilizar zonas específicas.
- Terapias manuales como masoterapia, liberación miofascial o movilización articular.
- Electroterapia, ultrasonido, punción seca o neuromodulación (según el caso).
- Educación postural, respiratoria o funcional para evitar recaídas.
Acompañamiento y seguimiento clínico
El fisioterapeuta no solo trata síntomas, sino que acompaña al paciente en cada etapa de su recuperación:
- Reevaluando avances semana a semana.
- Adaptando ejercicios a tu evolución.
- Preparándote para retomar actividades deportivas, laborales o personales con seguridad.
En resumen, si sientes dolor frecuente, molestias al moverte o te estás recuperando de una lesión, es momento de saber cuándo acudir al fisioterapeuta: cuanto antes actúes, más rápido y mejor será tu recuperación.
¿Solo se acude a fisioterapia cuando hay una lesión?
Esta es una de las creencias más comunes y también una de las más equivocadas. Muchas personas piensan que la fisioterapia solo es necesaria después de una fractura, un esguince o una cirugía, cuando en realidad su valor preventivo, correctivo y funcional es igual o más importante que el terapéutico.
📌 Entender esto te permite redefinir cuándo acudir al fisioterapeuta, ya que su intervención puede marcar la diferencia antes de que aparezca una lesión grave.
Fisioterapia preventiva
Los fisioterapeutas están capacitados para detectar alteraciones del movimiento, debilidades musculares o desbalances posturales que a futuro pueden derivar en lesiones si no se corrigen.
✅ Ejemplos:
- Trabajadores que pasan muchas horas sentados y comienzan a sentir molestias en espalda o cuello.
- Personas sedentarias que deciden comenzar a hacer ejercicio y necesitan una base segura.
- Adultos mayores con riesgo de caídas por debilidad muscular o problemas de equilibrio.
- Adolescentes en crecimiento con alteraciones posturales (hipercifosis, escoliosis leve).
📌 En todos estos casos, saber cuándo acudir al fisioterapeuta de forma preventiva evita lesiones, mejora la funcionalidad y ahorra tratamientos futuros.
Optimización del rendimiento físico
La fisioterapia no solo trata dolencias: también ayuda a mejorar el rendimiento físico y la eficiencia del cuerpo en deportistas, bailarines, profesionales del movimiento y cualquier persona que exija más a su cuerpo.
✅ Beneficios:
- Aumento de la movilidad articular.
- Corrección de patrones de movimiento ineficientes.
- Prevención de sobrecargas musculares o desequilibrios.
- Mejora en la biomecánica y resistencia funcional.
Reeducación postural y funcional
Otra razón por la que sí deberías acudir al fisioterapeuta aunque no tengas una lesión aparente es la reeducación postural:
✅ Ideal para:
- Personas que sufren de tensión cervical recurrente, fatiga al estar de pie o dolor de espalda al final del día.
- Mujeres embarazadas con cambios biomecánicos importantes.
- Personas que han tenido lesiones antiguas mal rehabilitadas que generan compensaciones.
📌 En resumen: no necesitas estar lesionado para saber cuándo acudir al fisioterapeuta. De hecho, muchas de las mejores recuperaciones comienzan antes de que el dolor se vuelva crónico o incapacitante.
¿Quieres saber si la fisioterapia puede ayudarte?
Señales Claras de que Necesitas Acudir al Fisioterapeuta
Saber cuándo acudir al fisioterapeuta puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida o una lesión que se vuelve crónica. Aquí te mostramos las señales más comunes que indican que tu cuerpo necesita atención profesional.
Dolor Persistente: Cuándo Deja de Ser Normal
Sentir dolor después de un esfuerzo físico intenso, una mala postura o un mal movimiento puntual es completamente normal. El dolor es una respuesta de defensa del sistema nervioso que nos protege de lesiones o avisa que algo no está funcionando bien.
📌 Sin embargo, cuando ese dolor no desaparece en pocos días, o incluso aumenta con el tiempo, deja de ser un mecanismo útil y se convierte en una señal de alarma clínica.
¿Cuánto tiempo debe durar el dolor?
En términos fisiológicos, el dolor se clasifica en tres fases:
- Agudo (0–7 días): Esperable tras una lesión, inflamación o sobrecarga puntual.
- Subagudo (7–21 días): Puede continuar en algunos procesos, pero debe ir mejorando con reposo, estiramiento o calor local.
- Crónico (más de 3 semanas): Si persiste más allá de este tiempo, especialmente si afecta tus movimientos o descanso, es momento de actuar.
📌 Aquí es cuándo acudir al fisioterapeuta se vuelve esencial: el dolor crónico no tratado puede generar rigidez, compensaciones, debilidad muscular y dependencia de analgésicos.
Ejemplos de dolor persistente que no debes ignorar
- Dolor lumbar que regresa al final de cada jornada laboral o al estar mucho tiempo de pie o sentado.
- Dolor cervical que aparece al despertar o se intensifica con el estrés.
- Dolor de hombro al levantar objetos, que limita tu rango de movimiento.
- Dolor de rodilla al subir escaleras, correr o incluso caminar largas distancias.
📌 En todos estos casos, esperar a que el cuerpo “se repare solo” es una apuesta arriesgada. Un fisioterapeuta evaluará la causa exacta, corregirá la disfunción y aplicará técnicas para detener el avance del dolor antes de que se cronifique
¿Por qué no deberías normalizar el dolor?
El cuerpo aprende. Si pasas semanas o meses con dolor, tu sistema nervioso se sensibiliza y puede interpretar estímulos normales como amenazas, creando un ciclo de dolor, tensión y fatiga.
💡 Un fisioterapeuta te ayuda a romper ese ciclo antes de que se convierta en parte de tu rutina diaria.
Si tu dolor lleva más de 10–15 días, afecta tu movilidad, calidad de sueño o desempeño diario, ya no es «normal». Es el momento exacto de saber cuándo acudir al fisioterapeuta: no para “tapar el dolor”, sino para tratar el origen y recuperar tu bienestar físico.
Limitaciones en la Movilidad y Funcionalidad
Uno de los signos más claros de que tu cuerpo necesita atención profesional es cuando pierdes libertad de movimiento o comienzas a evitar ciertas actividades por miedo al dolor o a sentirte limitado.
📌 En muchos casos, estas restricciones aparecen de forma gradual, y es común que el paciente las normalice hasta que impactan directamente en su calidad de vida.
💡 Saber cuándo acudir al fisioterapeuta no solo se trata de tener dolor, sino también de identificar esos pequeños bloqueos que afectan tu funcionalidad diaria.
¿Qué entendemos por movilidad y funcionalidad?
- Movilidad: Capacidad de mover una articulación a través de su rango completo sin dolor ni restricción.
- Funcionalidad: Capacidad de ejecutar movimientos específicos para tu rutina (agacharte, caminar, levantar objetos, girar, subir escaleras, etc.).
📌 Si alguna parte de tu cuerpo no se mueve como antes, o tienes que modificar tu forma de hacer algo, es una clara señal de alerta.
Ejemplos de limitaciones que requieren fisioterapia
- No puedes levantar los brazos por encima de la cabeza sin molestia.
- Te cuesta agacharte para amarrarte los zapatos.
- Tienes que usar las manos para impulsarte al levantarte de una silla.
- Evitas ciertas posturas al dormir por dolor en hombro, cuello o cadera.
- Has dejado de practicar ejercicio porque “te truena todo” o “te sientes tieso”.
📌 Todos estos son momentos en los que debes preguntarte seriamente cuándo acudir al fisioterapeuta, porque el cuerpo te está indicando que algo se ha desorganizado en su sistema de movimiento.
¿Por qué sucede?
Las limitaciones pueden deberse a:
- Inactividad prolongada o sedentarismo.
- Lesiones previas mal rehabilitadas.
- Dolor crónico que genera compensaciones musculares.
- Cambios degenerativos en articulaciones (como artrosis).
- Alteraciones neuromusculares (como radiculopatías o atrapamientos nerviosos).
💡 La fisioterapia actúa sobre la causa, no solo sobre el síntoma, recuperando patrones de movimiento saludables.
Si estás evitando movimientos, dejando de hacer ciertas tareas, o sientes que tu cuerpo está «oxidadísimo», ya sabes cuándo acudir al fisioterapeuta: justo antes de que tu funcionalidad se vea más comprometida.
Recuperación Post-Operatoria y Traumatismos
Después de una cirugía o accidente, el cuerpo entra en una fase crítica: ha sido intervenido o lesionado, y necesita reaprender a moverse, sanar de forma funcional y evitar nuevas complicaciones. Aquí es donde la fisioterapia se convierte en un pilar clave para una recuperación completa.
📌 Si no sabes cuándo acudir al fisioterapeuta tras una operación o traumatismo, la respuesta es: cuanto antes lo autorice tu médico o el protocolo clínico lo permita. Postergar la intervención fisioterapéutica puede traducirse en rigidez, pérdida de fuerza, dolor residual o incluso retrocesos funcionales.
¿Por qué la fisioterapia es esencial después de una cirugía?
Una intervención quirúrgica, por mínima que sea, genera:
- Inflamación de tejidos.
- Pérdida de fuerza muscular por inactividad.
- Cambios en la biomecánica del movimiento.
- Riesgo de adherencias, fibrosis o rigidez.
✅ La fisioterapia guía el proceso de recuperación para:
- Reducir el dolor y la inflamación de forma no invasiva.
- Recuperar movilidad articular progresiva.
- Reentrenar la fuerza, el equilibrio y la coordinación.
- Evitar recaídas o secuelas funcionales.
📌 Saber cuándo acudir al fisioterapeuta en el postoperatorio puede marcar la diferencia entre una recuperación exitosa y una lenta, dolorosa y limitada.
¿Qué tipo de cirugías requieren fisioterapia?
- Ortopédicas: rodilla (menisco, LCA, prótesis), cadera, tobillo, hombro, columna.
- Traumatológicas: fracturas, luxaciones, lesiones de ligamentos o tendones.
- Reconstructivas o funcionales: cirugía de túnel carpiano, cirugía de mano, artroscopías.
- Post-inmovilización: yeso prolongado, vendajes rígidos o uso de férulas.
📌 Incluso en cirugías mínimamente invasivas, saber cuándo acudir al fisioterapeuta garantiza una reintegración funcional más rápida, segura y completa.
¿Qué pasa con los traumatismos?
Una caída, un accidente automovilístico, una torcedura severa o un golpe fuerte pueden parecer simples al inicio, pero generar:
- Microdesgarros musculares.
- Distensiones articulares.
- Hematomas que limitan el movimiento.
- Pérdida del patrón de marcha o coordinación.
💡 Aunque no haya cirugía, estos eventos alteran la biomecánica del cuerpo. Si no se tratan con fisioterapia, pueden convertirse en dolencias crónicas, restricciones articulares o compensaciones lesivas.
Si pasaste por una operación, tuviste un accidente o sigues arrastrando molestias tras una lesión, ese es el momento exacto de cuándo acudir al fisioterapeuta: no esperes a que el dolor “se acomode”, porque lo más probable es que se cronifique.
Lesiones Deportivas: Prevención y Tratamiento
Ya seas un atleta profesional, aficionado o alguien que entrena por salud, el riesgo de lesiones es real. La sobrecarga, el mal gesto técnico, la falta de descanso o el entrenamiento desbalanceado pueden derivar en dolencias que limitan tu rendimiento o te sacan del juego por semanas.
📌 Lo que muchos no saben es cuándo acudir al fisioterapeuta dentro del entorno deportivo: no hay que esperar a lesionarte. La fisioterapia también se encarga de optimizar, corregir y prevenir.
Lesiones deportivas más comunes que tratamos
- Tendinitis: en hombro, codo (epicondilitis), rodilla (tendón rotuliano), tobillo (tendón de Aquiles).
- Desgarros musculares o contracturas recurrentes.
- Esguinces de tobillo o rodilla mal rehabilitados.
- Fascitis plantar, síndrome de la banda iliotibial o periostitis tibial (corredores).
- Lesiones por sobreuso (síndrome del estrés tibial, lesiones del manguito rotador, pubalgia).
💡 Si sientes molestias que se repiten con cada entrenamiento o que te impiden progresar, ese es el momento clave de cuándo acudir al fisioterapeuta para evitar una lesión mayor.
Prevención: el rol más ignorado y más poderoso
Muchos deportistas solo buscan fisioterapia cuando ya están lesionados, pero los mejores resultados vienen de trabajar antes del problema.
✅ ¿Qué hace el fisioterapeuta en la fase preventiva?
- Analiza biomecánica y patrones de movimiento.
- Detecta desbalances musculares o restricciones articulares.
- Diseña rutinas de movilidad, fortalecimiento y activación neuromuscular.
- Enseña técnicas de recuperación (foam roller, estiramientos, ejercicios correctivos).
- Controla la carga de entrenamiento y propone ejercicios compensatorios.
📌 Si te tomas en serio tu entrenamiento, también debes tomarte en serio cuándo acudir al fisioterapeuta: antes de que el cuerpo se rompa.
Tratamiento fisioterapéutico para deportistas lesionados
Cuando ya hay una lesión instalada, la fisioterapia actúa para:
- Reducir el dolor e inflamación.
- Recuperar el rango de movimiento y la fuerza.
- Reeducar el gesto técnico para evitar recaídas.
- Acompañarte en el retorno deportivo con pruebas funcionales y progresión controlada.
📌 La diferencia entre volver a entrenar por tu cuenta o con un fisioterapeuta especializado es evitar una recaída que te cueste el doble de tiempo o incluso una cirugía.
¿Te identificaste con alguna de estas señales?
Condiciones Específicas Tratadas por Fisioterapeutas
La fisioterapia no solo está reservada para deportistas o personas con lesiones evidentes. Existen decenas de condiciones clínicas y funcionales que los fisioterapeutas abordan de forma especializada, y muchas de ellas son desconocidas para la mayoría de las personas.
📌 Conocer estas condiciones te ayudará a saber cuándo acudir al fisioterapeuta, incluso si tu problema parece “menor” o no ha sido diagnosticado formalmente.
Dolor musculoesquelético crónico
Una de las razones más comunes por las que se acude al fisioterapeuta. Incluye:
- Dolor lumbar (lumbalgia) o cervical (cervicalgia).
- Dolores articulares persistentes (hombros, rodillas, caderas).
- Síndrome miofascial con puntos gatillo o contracturas crónicas.
✅ Si llevas semanas o meses con malestar, es momento de preguntarte cuándo acudir al fisioterapeuta: cuanto antes, mejor.
Hernias discales y radiculopatías
El fisioterapeuta puede ayudarte a controlar los síntomas de:
- Hernias de disco cervical o lumbar.
- Ciática o compresiones nerviosas.
- Adormecimiento, cosquilleo o debilidad muscular.
✅ Con técnicas específicas y ejercicios dirigidos, se puede evitar o posponer una cirugía en muchos casos.
Disfunciones del suelo pélvico
La fisioterapia especializada en uroginecología y suelo pélvico trata:
- Incontinencia urinaria o fecal.
- Prolapsos.
- Dolor pélvico crónico.
- Disfunciones postparto o en mujeres embarazadas.
✅ Saber cuándo acudir al fisioterapeuta puede cambiar por completo la calidad de vida de quienes viven en silencio con estos síntomas.
Patologías neurológicas
Personas con condiciones como:
- Accidente cerebrovascular (ACV)
- Parkinson
- Esclerosis múltiple
- Parálisis facial o lesiones periféricas
📌 Pueden mejorar su movilidad, equilibrio y autonomía funcional gracias a la fisioterapia neurológica.
Alteraciones posturales y escoliosis
Ideal para adolescentes, trabajadores sedentarios y personas con molestias recurrentes:
- Escoliosis leve o moderada.
- Cifosis dorsal.
- Hiperlordosis o alteraciones posturales compensatorias.
📌 No esperes a que la mala postura se convierta en dolor: si ya te lo han dicho o tú mismo lo notas, es claro cuándo acudir al fisioterapeuta.
Tendinitis, bursitis y lesiones por sobreuso
Las lesiones por movimientos repetitivos, exceso de carga o técnica incorrecta generan:
- Tendinitis del manguito rotador.
- Codo de tenista o de golfista.
- Bursitis de hombro o rodilla.
- Síndrome de fricción o atrapamientos.
💡 Con fisioterapia activa y educación postural, no solo se tratan: se evitan nuevas lesiones.
En todos estos casos, la clave está en identificar a tiempo las señales del cuerpo y saber cuándo acudir al fisioterapeuta para resolver la causa, no solo el síntoma.
El Proceso de Evaluación y Tratamiento Fisioterapéutico
Una de las principales barreras para acudir a fisioterapia es no saber qué esperar en una consulta. Muchas personas postergan su tratamiento por miedo, desconocimiento o falsas ideas. Entender cómo funciona el proceso terapéutico te ayudará a saber exactamente cuándo acudir al fisioterapeuta y qué sucederá cuando lo hagas.
Evaluación inicial: el diagnóstico funcional
En la primera sesión, el fisioterapeuta realiza una evaluación exhaustiva para identificar la raíz de tu problema.
✅ ¿Qué incluye?
- Historia clínica y antecedentes médicos.
- Evaluación postural y análisis del movimiento.
- Pruebas de movilidad, fuerza, flexibilidad y control motor.
- Palpación de estructuras musculares, articulares y nerviosas.
📌 Esta etapa es clave para entender qué está fallando en tu cuerpo y por qué estás sintiendo dolor, rigidez o disfunción. No solo se trata de “dónde duele”, sino de cómo se relaciona ese dolor con tu patrón de movimiento.
Diseño del plan terapéutico personalizado
Después de la evaluación, el fisioterapeuta establece objetivos claros y un plan de tratamiento adaptado a tus necesidades, tu condición física y tus metas personales.
✅ Puede incluir:
- Terapia manual (masajes, liberación miofascial, movilización).
- Ejercicio terapéutico progresivo.
- Reeducación postural y funcional.
- Técnicas complementarias como electroterapia, punción seca o vendajes.
- Educación para el autocuidado y prevención de recaídas.
📌 El tratamiento siempre será activo, progresivo y adaptado a tu evolución semana a semana.
Seguimiento y ajustes constantes
Un buen proceso fisioterapéutico no termina en la camilla. Implica:
- Medir tus avances.
- Detectar nuevas necesidades.
- Modificar los ejercicios y técnicas conforme recuperas movilidad y fuerza.
- Prepararte para volver a tu vida sin limitaciones.
💡 Saber cuándo acudir al fisioterapeuta no es solo una decisión puntual: es parte de un camino progresivo hacia la recuperación total, el movimiento libre y la autonomía física.
Beneficios Comprobados de la Fisioterapia
Acudir a fisioterapia no es un lujo ni algo que “ya verás después”. Es una inversión directa en tu salud, tu funcionalidad y tu bienestar a corto, mediano y largo plazo.
📌 Entender cuándo acudir al fisioterapeuta implica también entender todo lo que puedes ganar al hacerlo a tiempo.
1. Alivio del dolor sin fármacos
La fisioterapia utiliza técnicas que actúan sobre la causa del dolor, no solo sobre el síntoma.
✅ Beneficios:
- Reducción progresiva del dolor crónico o agudo.
- Mejora del umbral del dolor.
- Alternativa segura frente al uso prolongado de medicamentos.
2. Recuperación de movilidad y funcionalidad
Con un plan estructurado, recuperas el control del cuerpo paso a paso:
✅ Beneficios:
- Aumento del rango de movimiento.
- Mejora del equilibrio, coordinación y fuerza.
- Rehabilitación completa después de una lesión o cirugía.
3. Prevención de recaídas o futuras lesiones
La fisioterapia no solo te recupera: te entrena para no volver a lesionarte.
✅ Beneficios:
- Corrección de patrones ineficientes de movimiento.
- Reeducación postural y neuromuscular.
- Fortalecimiento de zonas inestables o débiles.
4. Mejora de la calidad de vida
Menos dolor, más energía, mejor postura, más independencia y seguridad en cada paso.
✅ Beneficios:
- Menor estrés corporal y mental.
- Más confianza para moverte sin miedo.
- Mayor bienestar en tu rutina diaria, laboral y deportiva.
Si estás esperando que el dolor se vaya solo, si estás dejando de moverte por miedo o si tu cuerpo ya no responde como antes, ese es el momento exacto de cuándo acudir al fisioterapeuta. Cuanto antes lo hagas, mejores serán los resultados.
¿Quieres empezar a recuperar tu bienestar hoy mismo?
No esperes a que tu cuerpo se deteriore más. Sabes cuándo acudir al fisioterapeuta… y ese momento es ahora.
¿Cuándo Combinar Fisioterapia con Otros Tratamientos?
Aunque la fisioterapia es una herramienta poderosa por sí sola, existen casos en los que su efectividad se multiplica cuando se integra con otros enfoques médicos o terapéuticos. Saber cuándo acudir al fisioterapeuta es clave, pero también lo es saber cuándo combinarlo con otras disciplinas para lograr una recuperación más rápida, completa y sostenible.
Con medicina ortopédica o traumatología
📌 Ideal cuando hay:
- Lesiones articulares complejas (como meniscos, cartílago, ligamentos).
- Fracturas o inmovilizaciones prolongadas.
- Diagnósticos que requieren imagenología o receta médica.
💡 El traumatólogo diagnostica, el fisioterapeuta recupera la función. Juntos forman un equipo esencial en la rehabilitación.
Con psicología clínica o terapia emocional
📌 El dolor físico y el emocional están profundamente conectados.
- Dolor crónico, fibromialgia o tensión muscular constante.
- Ansiedad o estrés que se somatiza en el cuerpo (dolor cervical, bruxismo, fatiga muscular).
- Pacientes con miedo al movimiento (kinesiofobia) tras una lesión.
💡 En estos casos, saber cuándo acudir al fisioterapeuta y cuándo abrir espacio a lo emocional es vital para avanzar de forma integral.
Con nutrición clínica
📌 Especialmente útil en:
- Recuperaciones postoperatorias.
- Procesos de inflamación crónica.
- Sarcopenia o pérdida de masa muscular en adultos mayores.
- Sobrepeso que condiciona el movimiento o genera dolor articular.
💡 La fisioterapia activa el cuerpo, la nutrición lo nutre y regenera.
Con medicina deportiva o entrenamiento personalizado
📌 Ideal para deportistas que necesitan:
- Reeducar técnica sin recaer en lesión.
- Reiniciar entrenamiento tras un paro.
- Potenciar su rendimiento con seguridad.
💡 El fisioterapeuta corrige y protege, el entrenador optimiza. Saber cuándo acudir al fisioterapeuta en este binomio previene más que cualquier protector deportivo.
La fisioterapia no compite con otras ramas de la salud: las complementa y potencia. Si tu tratamiento actual no está dando resultados completos, es momento de evaluar cuándo acudir al fisioterapeuta para integrarlo en tu recuperación.
Preguntas Frecuentes sobre Fisioterapia
No. Puedes acudir directamente a consulta fisioterapéutica sin necesidad de un diagnóstico previo.
En Sana Sana evaluamos tu estado funcional y te guiamos desde la primera sesión, incluso si no has sido atendido por otro especialista.
La fisioterapia no tiene por qué doler. Algunas técnicas pueden generar molestias pasajeras, especialmente si hay inflamación o tensión muscular, pero siempre trabajamos dentro de tu umbral de tolerancia y con comunicación constante.
El objetivo es aliviar, no provocar más dolor.
Depende de tu condición, objetivos y evolución. Algunas molestias se resuelven en pocas sesiones; otras (como lesiones crónicas o postoperatorias) requieren tratamientos más prolongados.
En la primera evaluación te daremos una estimación realista y progresiva
Un masaje puede relajar, pero la fisioterapia evalúa y trata el origen funcional del problema. Utilizamos ejercicio terapéutico, terapia manual, educación postural y técnicas avanzadas según tu diagnóstico.
Si buscas resultados clínicos duraderos, sabes cuándo acudir al fisioterapeuta: cuando el dolor se repite, limita o no mejora por sí solo.
Sí. La fisioterapia también previene lesiones, mejora tu postura, fortalece tu cuerpo y te prepara para rendir mejor. No necesitas estar lesionado para beneficiarte del tratamiento.
Si tienes molestias leves, rigidez, fatiga muscular o sientes que «algo no va bien», ese es el momento clave de cuándo acudir al fisioterapeuta.